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# Todos dicen “no bajes los brazos”, “no te des por vencida”, “peleala hasta el final”. Pero ¿qué es eso? ¿Qué es pelear? Si, es el famoso “ponerle el pecho a las balas”, es levantarse y seguir después de cada caída, es hacer TODO para alcanzar eso que tanto queres, es no rendirte, es defender aquello que cuidas con tu vida, aquello que queres con todo tu corazón. 
Pero ¿qué pasa si sentís que no tenes fuerzas para pelear? ¿Qué pasa si tiras la toalla, si entras en una pelea que sabes que la tenes perdida de antemano? Te resignas, intentas dar un paso al costado para no lastimarte más, para no seguir sangrando después de cada golpe, pero sin embargo te sentís igual de vacío que siempre o peor. ¿Por qué? Porque ni siquiera fuiste capaz de levantarte una vez más para seguir peleando, no fuiste capas de dar un pasito más para estar aunque sea un centímetro más cerca de eso que queres; y eso te hace muchísimo peor que bancarte los golpes y las caídas. Lastima más, duele más porque te terminas formando una imagen tan mala de vos mismo, te ves débil, inferior, incapaz de bancarte lo que la vida te pone en el camino y eso te provoca desilusión y dejas de confiar en vos mismo, total “de que vale tener fe en mi mismo si no lo voy a lograr” y así, con ese pensamiento CAES, te vas muriendo de a poco y no hay nadie que te pueda revivir, solo vos mismo. 
Lo divertido de la vida justamente es VIVIRLA, peleando, sangrando, llorando, intentando alcanzar lo que tanto deseas, superándote y a la misma vez divirtiéndote, amando, formando lazos con personas que van a estar en todas esas peleas para alentarte. Porque después de todo; lo que no te mata, te fortalece, y para eso sirve pelear, para fortalecerte.